DONDE TRABAJAMOS
Nuestro centro educativo “Angélica Bassalik y Luz Alegre” se encuentra ubicado en la ciudad de Caraz, provincia de Huaylas, región Ancash, Perú
La situación en Perú
En el Perú existe una brecha formativa a nivel técnico-productiva que requiere ser abordada. Esta brecha es aún mayor en las ciudades fuera de la capital, justamente, donde hay mayores niveles de pobreza. Con nuestro centro formativo contribuimos a superar esta brecha, para que todos, independientemente de su situación económica, tengan la posibilidad de estudiar. Porque la pobreza existente en el Perú es un desafío adicional para acceder a formaciones adecuadas, y consecuentemente, salir de la situación de pobreza. En este sentido, nuestro centro beneficia especialmente a este colectivo en la ciudad de Caraz.
Educación en Caraz
Caraz se encuentra en la provincia de Huaylas. Según estadísticas actuales casi la quinta parte de la población mayor de 15 años de Huaylas no sabe leer ni escribir. Además, un tercio de los pobladores de Huaylas solo cuenta con educación primaria. La gran brecha a nivel formativo también se muestra en el hecho que solo el 16% de pobladores de Huaylas estudió un año de educación superior.
Situación de Empleo
Está brecha formativa también tiene un gran efecto para la situación del empleo.
El 75% de los peruanos trabajan de la informal, siendo una de sus formas, el denominado “subempleo”. El subempleo es una condición en la cual la cantidad de horas supera al máximo legal establecido (de 48 horas semanales) o el pago es inferior a la remuneración mínima vital (S/930 soles al mes). En el departamento de Ancash (donde se encuentra la ciudad de Caraz) mas personas trabajan en la condición de subempleo que en un empleo adecuado, situación que se recrudeció durante la pandemia por Covid-19 se recrudeció la situación.
Cuanto menor es el nivel educativo de la población, mayor es la posibilidad de que estén empleados en trabajos precarios. según estadísticas . En este sentido, es importante fortalecer las capacidades de la población para que tengan mayores herramientas que le permitan obtener mejores empleos, y así puedan salir de su situación de vulnerabilidad. Esto puede lograrse si dichas actividades formativas se relacionan con lo que demandan las micro, pequeñas y medianas empresas de diversos sectores productivos.